EL PRESENTE ESPACIO HA SIDO DISEÑADO CON LA FINALIDAD DE PUBLICAR ARTICULOS DEL AUTOR : DR. HUGO CERVANTES CASTILLO, REFERIDOS A LA PROBLEMATICA NACIONAL Y MUNDIAL. SE ESPERA QUE LOS ARTICULOS PUBLICADOS SEAN DEL AGRADO DE LOS VISITANTES A ESTA PAGINA, Y CUYAS OPINIONES, NATURALMENTE INTERESAN AL AUTOR.







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viernes, enero 01, 2010

LA DESPENALIZACION DEL ABORTO


Apenas surgió en el Perú, la posibilidad de que el Estado, despenalizara el aborto, en los casos de violación sexual, malformaciones graves del feto y riesgo para la salud de la mujer, se alzaron indignadas las voces del cardenal Cipriani y el ministro de defensa, Rafael Rey, contra tal pretensión. Afirmaban que la píldora del día siguiente es abortiva y por mandato de nuestra santa religión católica, estamos obligados a defender la vida.

Con toda la autoridad que tiene, la Organización Mundial de la Salud, ha dicho que la píldora de marras nada tiene de abortiva. De otro lado, cuando Cipriani opina, lo hace pues, por aquellos que siguen siendo católicos, pero no para todos los peruanos. Además quisiera preguntarle, ante esta su repentina defensa de la vida, desde cuando le ha surgido tan exquisita sensibilidad, porque cuando era fujimorista, y le preguntaron por los derechos humanos de unos peruanos muertos por aquel entonces, respondió que “los derechos humanos son una cojudez”. Bueno más vale tarde que nunca dicen algunos.
El problema esta en que, al parecer Cipriani y Rey, creen que el Perú es un país confesional, que hay que gobernar Biblia en mano; pero, por fortuna no es así. Los países árabes que están entre los más atrasados del mundo con un analfabetismo del 40% de analfabetos, son gobernados con el Corán a la vista; siendo las mujeres consideradas, algo así como cosas o animales de propiedad del hombre. Por eso, cuando salían derrotadas las tropas soviéticas de Afganistán, pudiste ver lector en la televisión, a un gañan ignorante, arreando a un grupo de mujeres jóvenes con una rama o vara de árbol como si fueran ganado. Y es eso algo que no podría verse nunca en ningún país civilizado.
Oponerse a estas tres medidas permisivas, es no reconocer que en el Perú son miles las mujeres pobres que no pueden comprar la píldora; son miles las quechuahablantes que ni siquiera pueden pedir su donación, porque no hablan castellano y no se dejan entender. ¿Se va a abandonar a estas mujeres a su suerte, por el delito de ser pobres y analfabetas? Las anacrónicas, ciegas y frías leyes vigentes, van a regir con ignorancia absoluta del contexto social que vive el Perú actualmente y, lo que es peor des conociendo la opinión de la organización mundial de la salud OMS?
El cardenal Cipriani y Rafael Rey, que siempre han estado bien, que viven en palacetes, mientras nos hablan del nacimiento de Cristo en un pesebre, están muy lejos de aquellas mujeres que ante la prohibición total del aborto, tendrían que recurrir a comadronas inescrupulosas con real peligro de sus vidas. Y no sería mucho mejor que el Estado pusiera a su servicio en los casos previstos, a un médico especialista ¿No sería lógico, respetar su dignidad de mujeres y no hacerlas sentirse delincuentes? Desgraciadamente poco podemos esperar de este Congreso con tan pocos miembros pensantes y al que acaso, Hitler, no habría titubeado en calificar de un establo.
El mismo Velazquez Quesquén, preguntado sobre la píldora expresada, comenzó diciendo: “yo soy católico” como si por ser tal, estuviera obligado a gobernar Biblia en mano y no con el auxilio de la estadística, la economía y, en suma, la ciencia.
En el Perú, nos falta un hombre como el que fue el presidente de Méjico, Plutarco Elías Calles, quien enfrentado a los católicos de su tiempo, apodados los “Cristeros” zanjó el problema con esta frase:”Acá se va a hacer lo que piensa el gobierno; y vamos a ver quien manda aquí: Si Dios o el presidente de México”.Y, que yo sepa, México no ha sido consumido todavía por el fuego humano ni el divino.



Por: Hugo Cervantes Castillo
Abogado: Matricula N° 1253

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